Los láseres infrarrojos AIMLASER, disponibles en longitudes de onda de 780nm y 940nm, son precisos y confiables para aplicaciones que requieren penetración profunda y dispersión mínima, como tratamientos médicos, telecomunicaciones e imágenes térmicas. Sus longitudes de onda más largas los hacen ideales para cortar, soldar y marcar materiales que responden menos a la luz visible, lo que garantiza la eficiencia en varios procesos industriales.
Longitud de onda y visibilidad: los láseres infrarrojos operan a longitudes de onda más largas (típicamente de 780nm a 850nm) y son invisibles para el ojo humano, lo que los hace ideales para aplicaciones como telecomunicaciones e imágenes térmicas. Por el contrario, los láseres rojos, con longitudes de onda de alrededor de 635nm a 650nm, son muy visibles y se utilizan comúnmente para fines de alineación, señalamiento y visualización.
Idoneidad de aplicación: Se prefieren los láseres infrarrojos para tareas que requieren penetración profunda y dispersión mínima, como tratamientos médicos y procesamiento de materiales. Los láseres rojos, por otro lado, son efectivos para aplicaciones que necesitan un punto de referencia visible, como en alineación industrial, diagnóstico médico y actividades deportivas de ropa de dormir.
Interacción material: Los láseres infrarrojos sobresalen en materiales de corte, soldadura y marcado que responden menos a la luz visible, lo que garantiza una alta eficiencia en los procesos industriales. Los láseres rojos son más adecuados para tareas que involucran materiales con alta reflectividad en longitudes de onda más largas, proporcionando puntos de referencia claros y precisos.
Comprensión de las clases de CDRH: El Centro de Dispositivos y Salud Radiológica (CDRH) clasifica los láseres en diferentes clases de seguridad en función de su potencial para causar daño. Los láseres de clase I son los más seguros, sin riesgo de daño ocular bajo el uso normal, mientras que los láseres de clase IV son los más poderosos y pueden causar lesiones graves en los ojos y la piel. Conocer la clase de un láser infrarrojo ayuda a evaluar su seguridad e idoneidad para la aplicación específica.
Requisitos de aplicación: Elija la clase CDRH según las necesidades específicas. Para aplicaciones médicas como imágenes no invasivas, un láser infrarrojo de Clase I o II suele ser suficiente y garantiza la seguridad del paciente. Para aplicaciones industriales como el corte o la soldadura, pueden ser necesarios láseres Clase IIIb o IV de mayor potencia para lograr el rendimiento deseado, pero requieren medidas de seguridad estrictas.
Consideraciones de seguridad: Prioriza siempre la seguridad al seleccionar un láser infrarrojo. Asegúrese de que se utilice el equipo de protección adecuado, como las gafas de seguridad, y que El sistema láser incluya características de seguridad como enclavamientos y etiquetas de advertencia. La formación adecuada para los operadores también es crucial para prevenir accidentes y garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad.